Psicosis

 -Psicosis: Prólogo:
La luz blanca cegadora me lastimaba la vista; el hombre de mediana edad, canoso y ya harto, me volvi{o a repetir la pregunta:
-¿Recuerda usted qué paso realmente?
No respondí. Mi silencio lo pertubó más ¡Porque no entendían que no quería recordar! gritaba en mi interior.
El psicólogo exhausto me repitió la pregunta:
-¿Recuerda qué pasó realmente?
Me empecé reír desconsoladamente para terminar con esta situación y dar una imagen falsa de mí. El psicólogo se levanto, le gritó a una de las enfermeras que le trajera un sedante y llamó a los auxiliares para retenerme y dejarme inyectar. Mientras lo hacía me susurró al oído: "¿Cómo has llegado a esto Mel? ¿Por qué no nos deja ayudarte?" con voz dolida, pero no le respondí, ya que los fármacos hicieron efecto de inmendiato. Ya en la noche rememoré lo que el médico me había dicho y el dolor me inundó. La pregunta que pasó toda la tarde haciendome obviamente tenía respuesta, el problema era que yo no la daba ¿Pero qué era comenzar una historia sin un principio? y el principio de mi historia se situaba en la última persona que atendí en mi consulturo, cuando aquel hombre misterioso me preguntó:
-¿Qué cree que es lo que más le gusta a un asesino?
En ese momento no sabía la respuesta, por lo cual respondí:
-De verdad no lo sé
El hombre me miró y sonrió
-La muerte señorita -luego de eso todo cambió- en especial la sangre -y todo se oscureció...


***Estatus***:  Comenzando