Prólogos

-El Escrito del Tiempo: Prólogo:
...No todas las personas conocen la verdad.
A través del tiempo muchas caras han ocultado cosas, valiosas, secretos y orígenes de la historia; han encubierto los hallazgos y manipulados los hechos. Si dichas caras se mantienen en el anonimato y realizan estos actos es por algo ¿no? pero ¿si los misterios son revelados, qué hacer? y más que todo preguntarse ¿qué consecuencias traería quitar el manto de la mentira y develar el secreto?
Supongamos que el misterio gira alrededor de un gran invento, de planos para la construcción de algo de gran magnitud, que ni la mente actual lo ha podido descifrar. 
Nosotros somos los Stewagers, personas dotadas con la habilidad de regresar en el tiempo, con los dotes de borrarlos y hasta modificarlos.
En una expedición encontramos una especie de catacumba, deshabitada, llena de papeles, documentos, archivos, planos, ... etc ... todos de inventos tan revolucionarios que decidimos traerlos al futuro, lo que no calculamos era que no éramos los únicos allí, y al traernos eso, desafiamos al reloj, traspasamos las barreras del tiempo, y ahora nos siguen, pero no vienen en paz...


 -Psicosis: Prólogo:
La luz blanca cegadora me lastimaba la vista; el hombre de mediana edad, canoso y ya harto, me volvi{o a repetir la pregunta:
-¿Recuerda usted qué paso realmente?
No respondí. Mi silencio lo pertubó más ¡Porque no entendían que no quería recordar! gritaba en mi interior.
El psicólogo exhausto me repitió la pregunta:
-¿Recuerda qué pasó realmente?
Me empecé reír desconsoladamente para terminar con esta situación y dar una imagen falsa de mí. El psicólogo se levanto, le gritó a una de las enfermeras que le trajera y sedante y llamó a los auxiliares para retenerme y dejarme inyectar. Mientras lo hacía me susurró al oído: "¿Cómo has llegado a esto Mel? ¡Por qué no nos deja ayudarte?" con voz dolida, pero no le respondí ya que los fármacos hicieron efecto de inmendiato. Ya en la noche rememoré lo que el médico me había dicho y el dolor me inundó. La pregunta que pasó toda la tarde haciendome obviamente tenía respuesta, el problema era que yo no la daba ¿Pero qué era comenzar una historia sin un principio? y el principio de mi historia se situaba en la última persona que atendí en mi consulturo, cuando aquel hombre misterioso me preguntó:
-¿Qué cree que es lo que más le gusta a un asesino?
En ese momento no sabía la respuesta, por lo cual respondí:
-De verdad no lo sé
El hombre me miró y sonrió
-La muerte señorita -luego de eso todo cambió- en especial la sangre -y todo se oscureció...
-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-
Hola amigos bueno esos son los dos prólogos de las dos historias que actualmente estoy desarrollando espero que les guste y sin más que decir me despido, ha pero me dejan su opinión sobre que les pareció ¿vale?. Cuídense
Att: Emeline Carolina